Nueva portada

El dibujo de la portada del blog fue realizado con el mayor de los cariños por FerchuM, quien se hace responsable de las críticas que puedan existir contra los garabatos antes mencionados.
La obra es en papel A4 borrador del laburo (detrás hay un proveído que el juez nunca firmó), y la pintura es a base de lapicera negra parker, birome bic negra y liquid paper gastado.
Téngase en cuenta al momento de la crítica que este miembro del grupo carece de conocimientos de dibujo, de caricatura, de perspectiva, de arquitectura, de filosofía, de política, de negocios... resumamos en la idea de que carece de conocimientos en general.
Por otra parte, si ud. es miembro del grupo y no se encuentra en el dibujo no implica que haya sido olvidado, sino que es cuestión tal vez de abrir un poco la imaginación y pensar: "mmm... ¿ese seré yo?"

jueves, 4 de febrero de 2010

Gastronomía Fueguina

Madrugar a raíz de la música de los descerebrados que habían llegado la noche anterior, nos permitió visitar unas sendas más antes de volver a Ushuaia, y debido a que nos encontrábamos constantemente a contrarreloj a causa de la necesidad de devolver el auto alquilado en El Calafate, con los chicos logramos convencer a Teseo para que dejara el famoso “Guanaco” para otra oportunidad. Eze lo aceptó muy a su pesar, y no obstante mi negativa, aprovecharon parte de la mañana para recorrer el sendero de Pampa Alta y el Valle del Río Pipo. Yo, por mi parte, me incliné hacia la lectura y la reflexión.

Ni bien se alejaron por el boscoso sendero, los subnormales detractores de la naturaleza volvieron a la carga con dosis de reggaeton y cumbia, logrando que mi lectura se torne costosa y difícil de asimilar ante banal competidor que habla de sexo, droga y frases zonzas y patéticas que se tornan pegadizas a base de la constante repetición, y se refriegan por el cerebro al punto de secarlo y dejar al individuo en una suerte de pseudo-lobotomía que en ocasiones consigue que uno se descubra tarareando sus ritmos de dos acordes, si es que los llega a tener.

Tras lanzar un par de gestos de bronca que de seguro no logran visualizar por la distancia, decidí abandonar mi ubicación e internarme en el bosque. Junto a un arroyo la música se tornó lejana, convirtiéndose en un bajo constante retumbando de la tierra. Si bien la ubicación escogida no me convencía lo suficiente, tampoco podía alejarme demasiado ya que las llaves del auto estaban en mi poder, y si bien los muchachos se habían ido por ese camino en el que me encontraban, no tenía la certeza de que regresaran por el mismo lado.

Me senté junto al arroyo y comencé a leer. Nuevas preocupaciones: mosquitos. Sin embargo, los preferí con dengue y todo antes que ese compilado de grasa que andaban escuchando a todo volumen la manga de retardados.

Con el regreso de los demás, hicimos el sendero de la cascada del río Pipo y nos volvimos a Ushuaia.

Era domingo, dos de la tarde y teníamos un hambre devorador producto de haber comido la noche anterior un arrocito “azafranado” con conservantes con aroma a paella. Por suerte, Ernest, con un olfato magnífico, nos guió a un local con una variedad de empanadas nunca antes vista y así logramos saciar nuestros estómagos, y quedar en condiciones como para viajar a Tolhuin, que está cerquita de Ushuaia, prácticamente después de unos kilómetros de curvas y contracurvas con paisajes de cerros nevados y mucho verde y lagos.

Como debíamos pasar la noche en dicha localidad, nos dirigimos a un camping. El dueño pretendía una suma por persona que Eze rechazó sin reservas. Pese a nuestro asombro por el precio, el bigotudo que nos atendió, que sospechamos de tendencia germanófila, no cedió y nos indicó que de querer pagar menos podíamos ir a un lejano camping que habíamos visto desde la ruta. Este rechazo nos dio inmediatamente la pauta de que el bigotudo la levantaba en pala y que no cargaría en su conciencia no haber dado una parcelita a unos argentinitos ratones. Insistiendo en que pagaríamos la suma si se ampliasen los beneficios que el camping otorgaba, solo al efecto de poder intentar convencer a Teseo, el bigotudo pisó el palito y largó el rollo, soltando la piedrita que guardaba en el zapato. “En el camping del sindicato de comercio creo que cuesta cinco pesos por persona”. Por primera, y tal vez única vez en el viaje, la testarudez de Eze consiguió lo que los regateos y contraofertas de Ernest no lograron.

Efectivamente, el camping manejaba ese precio y tenía lugar de sobra. Además, contaba con beneficios que el encargado del camping del sindicato, un tipo bondadoso con panza de asado, nos informó, desde permitirnos ubicar la carpa en un refugio con techo a dos aguas para evitar el viento y la lluvia, calentarnos agua sin costo alguno para unos mates, e incluso ante nuestro pedido de agua caliente para ducharnos prendió la bomba para que pudiéramos bañarnos. Graciosamente, Eze, urgido de asearse, no esperó el tiempo suficiente para que la bomba cargase y se arriesgó a una hipotermia.

En cuanto a la comida, después de la cantidad de empanadas del almuerzo, Ernest había considerado cenar algo livianito, de paso para no perder la costumbre, y había negado rotundamente la posibilidad de un asado. “Cuando estemos en el Chalten…” prometía pensando en los corderos patagónicos que seguramente serían regalados en aquella zona. Y es que después de su viaje a Cushamen, lo único que realmente lo motivaba era poder hacer un cordero o un chivo al asador. Pero resultó que, mientras yo buscaba el refugio con el suelo menos pedregoso y con menor inclinación, me encontré en el interior del último intento no sólo el lugar más apto sino que además la señal que Ernest estaba esperando. Sobre el suelo del refugio yacía una cruz de hierro de asador.

Inmediatamente, corrí hacia Ernest y le conté el hallazgo, y como sus oídos no daban crédito a lo que oían, fue a verlo con sus propios ojos. La lejana posibilidad se convertía en un santiamén prácticamente en certeza. En ese camping, para colmo, teníamos leña ilimitada, chapas para proteger del viento y el bonito asador.

Ezequiel lanzó su caballito de batalla, como quien retruca cuando siente que el partido se le va de las manos. “Pero ¿qué hora es? Me parece que deben ser como las siete y media, y estaría bueno que nos fuéramos a dormir temprano”. No obstante, inmediatamente salté con mi celular en la mano dando la hora exacta: ¡eran las seis y cuarto! Había tiempo para hacerlo.

Solo quedaba un impedimento en pie además de convencer a Eze (lo cual no nos preocupaba porque estábamos dispuestos a obligarlo): conseguir el cordero. Ernest y Teseo fueron a su busca y al rato regresaron exitosos, habiendo Añadir imagenconseguido milagrosamente un pedazo que no estaba congelado y de esa manera nos despedimos de Ushuaia a lo grande.

Como para no perder la costumbre de las músicas, tuvimos la suerte de que justo al lado nuestro vinieran un grupo de amigos a pasar una noche de camping, escabio y reggaeton, cumbia y similares y Eze rezongó hasta que me dormí. Creo que incluso por la noche fue a enfrentarlos, según comentara a la mañana siguiente, pero con calcitas y todo, esta vez la música apenas bajó y no le quedó otra que dormirse con la música ajena sonando.

A la mañana siguiente, la música seguía sonando y tras desarmar la carpa nos dirigimos a la panadería “La Unión” donde compramos cosas ricas que desayunaríamos con el mate en el día de viaje que nos esperaba rumbo a El Calafate.


Epígrafes:

Foto 1: El ruso y Fer en el camping del Sindicato de Comercio distribuyen las chapas para evitar que los fuertes vientos no afecten la cena.

Foto 2: El refugio en el que ubicamos la carpa dentro del camping.

Foto 3: El ruso limpia la única cruz que se anima a tocar, la del asador, y manifiesta que a diferencia de todos los católicos, su bautismo fue con fuego y no con agua. "Cielo o infierno? Infierno toda la vida. En el Cielo no hay humo, por lo que estoy seguro de que no comen asado.".

2 comentarios:

Teseo dijo...

Es verdad que estuve sumamente codito durante el viaje, pero siempre fiel a mi costumbre. Suerte que no los cansé, pero creo que en definitiva se estableció un sano equilibrio entre las aspiraciones y capacidades de compra de todos.
Enfin, muy bien descripta mi actitud, Fer.
Saludos

Dejen mensajes amargos!!!!!!!!!!

FerchuM dijo...

Jajajaja entiéndase que es con el mejor de los cariños y que, como todo lo que se escribe, el relato tiene un marco tendencioso y, sobre todo, exagerado. Doy fe que Teseo fue codito, pero no más codito de lo que es habitualmente, tal vez simplemente se notaba más en ese ámbito, pero nunca fue tan extremo como para generar una disputa. Te conocemos y te aceptamos tal como sos, Eze! (Nota al pie: igual si podes tratá de buscar revertir aunque sea un poco esa forma de ser, dado que al fin y al cabo, una vez que nos morimos puede tocarte de heredero un zangano como Fort y que todo ese medido sufrimiento se lo fume en una noche de descontrol...).

el grupo esta re ortiva... salgan del geriatrico!