Nueva portada

El dibujo de la portada del blog fue realizado con el mayor de los cariños por FerchuM, quien se hace responsable de las críticas que puedan existir contra los garabatos antes mencionados.
La obra es en papel A4 borrador del laburo (detrás hay un proveído que el juez nunca firmó), y la pintura es a base de lapicera negra parker, birome bic negra y liquid paper gastado.
Téngase en cuenta al momento de la crítica que este miembro del grupo carece de conocimientos de dibujo, de caricatura, de perspectiva, de arquitectura, de filosofía, de política, de negocios... resumamos en la idea de que carece de conocimientos en general.
Por otra parte, si ud. es miembro del grupo y no se encuentra en el dibujo no implica que haya sido olvidado, sino que es cuestión tal vez de abrir un poco la imaginación y pensar: "mmm... ¿ese seré yo?"

viernes, 25 de julio de 2008

Crónicas de Cuyo: la gestación y el deseo por arribar a buen puerto

Fue dura la organización del viaje. Comenzó siendo una propuesta lejana, pero que con el correr del tiempo y por las presiones constantes de algunos (que estaban empecinadísimos en tomar el vino de Cuyo y visitar más bodegas que pacientes enfermos), logró alcanzar un marco de posible realización. La propuesta era interesante y convocaba la atención de unos cuantos. Fue tal vez esta decisión la que condujo a mucha gente afirmar que muy probablemente se unía al viaje hacia tierras cuyanas. Todo indicaba que se repetía lo vivido en Colonia 2008.
De cualquier forma, el proyecto estaba aún en pañales cuando alcanzamos a divisar que desde no muy lejos nos saludaban las vacaciones de invierno. La preocupación entonces se adueñó de los que tenían intenciones indubitables de viajar puesto que únicamente se tenía una palabra definida para el viaje: Cuyo. Todo lo demás, era una incógnita. Desconocíamos la cantidad de personas que seríamos, si nos convendría ir en auto o en micro, si pararíamos en hostel, camping o en plena flora cuyana (usando como papel higiénico las hojas de la parra de algún viñedo vecino), cuánto tiempo iríamos, y sobre todo qué lugares visitaríamos, porque recordemos que Cuyo no es una provincia, sino una región.
Fue por la necesidad de alcanzar la mayor cantidad de respuestas en el menor plazo posible que comenzó a presionarse a la gente que había arrojado un tímido "yo iría" para que se decida de una buena vez.
El resultado fue catastrófico. De las ocho o nueve personas que podíamos llegar a ser, quedamos solamente cuatro, a saber: el Ruso Salzman, Bacacay, Teseo y FerchuM. Pese a esta baja importante, el dato de los que seríamos logró resolver muchas incógnitas. Las reuniones posteriores terminaron por marcar un destino, un plazo y un viaje en concreto. Por primera vez desde la concepción de la idea, se vislumbraba al final del túnel una luz.
Sin embargo, todavía faltaba mucho por recorrer. En el momento menos esperado, resurgió la posibilidad de que el grupo de viajantes creciera, ello a partir de negociaciones entre los viajeros y el mismísimo poeta de Flores, Jorge Allen, y el compañero Discepolín. Por otra parte, la Nati, había mencionado sus ganas de irse de vacaciones, y había vislumbrado la posibilidad de sumarse también, con la condición de que la única mujer que viajaba hasta el momento no se bajara, porque no sería la única chica del grupo, por más buenos que fuéramos. Desafortunadamente, el tiempo no solo dejaría que esas ilusiones se desbarranquen fácilmente, sino que incluso arrastraría a uno de los nuestros a la perdición.
Nunca se supo a ciencia cierta qué ocurrió con Bacacay, qué embrujo vatuliano o parental surtió los efectos que nadie esperaba ni deseaba. Pero, ya era un hecho: éramos tres. Y los tres varoncitos, así que la Nati no dudó en decirnos a lo Andrés Calamaro: "Buena suerte y hasta luego".
Y entonces las dudas: siendo solamente tres, ¿no se tornaría demasiado caro el viaje?, ¿estaban acaso dadas ya las condiciones para que se repitiera la historia de los tres amigos que viajaron al norte y que, por poco, vuelve uno solo? ¿Podía Teseo leer a Bonasso en el viaje o llevar cantimplora?
Las dudas no nos amedrentaron. La decisión ya estaba tomada, sólo faltaban unos retoques a la idea que ya se había delineado, y aprovechar el espacio vacío en el auto para cargar con más cosas que un mercader de baratijas. FerchuM empleó sus fondos para adquirir una cámara fotográfica profesional, solucionó los problemas de la filmadora y se encargó de conseguir cosas fundamentales como una parrillita o un fernet Capri. Teseo se encargó de conseguir una heladerita para que se mantuvieran los hielos para el fernecito o frías las cervezas, y otras chucherías. Ernest también dio la nota respecto a los alimentos que gentilmente se ofreciera a cocinar y se acomodó la guitarra al hombro.
Así se gestó el viaje, y aquí estamos, a minutos de partir, y con deseos de que estos días sean de descanso, de libertad y felicidad (no felicidad sin libertad o viceversa, las dos cosas), de respirar aire puro, y redescubrir el sentido de la vida.
Les mandamos un saludo grande, y nos veremos pronto.
Los viajeros locos

domingo, 20 de julio de 2008

jueves, 17 de julio de 2008

17 de Julio, otro cumpleaños que va...

No pretendemos caer en la mediocridad de lo poco original. Es por ello que en el día de hoy no se hablará de la cumpleañera, Vanina, y únicamente se le deseará un muy feliz cumpleaños y que los veinticuatro pirulos que alcanza en este día la incentiven, entre otras cosas, a reencontrarse con esa dama a la que abandonó hace unos cuantos años atrás por un buen sommier, la señora Noche.

Un beso grande y muchos buenos augurios para la nona por excelencia de parte de todo el Grupo Pelle!
En esta foto se puede apreciar a la cumpleañera, que es la chica de verde con los ojos amodorrados por el flash, siendo apretada o sostenida (depende de cómo se lo mire) por el célebre Ruso Salzman. Comparte el cuadro otro miembro del grupo, Bacacay (la chica de azul). La imagen fue obtenida una noche en la que no faltaron consumiciones, en lo que fuera una fiesta celebrada en un bar de mala muerte en la esquina de Beiró y San Martín.

miércoles, 16 de julio de 2008

Un saludo con acentito cordobés

Siguiendo con la modalidad cumplañeril, hoy nos complace presentar y saludar a una de las tantas cumplidoras del mes de julio, chica familiera, solidaria y con un gran corazón, la dotora cordooobesa Natalia, también conocida como "la nati".

La presencia de esta gran amiga en el Grupo Pelle se remonta a los orígenes del grupo, cuando aún no se hacía llamar "Grupo Pelle" ni, mucho menos, tenía un blog. En todas las aulas que la división conoció, siempre fue parte de lo que se conocía con el nombre de "el grupito de las cuatro", compartiendo su amistad con Carolina, Vanina y una tal Genoveva, que los mitómanos juran volvió a sus pagos en Río Negro y por un hechizo mapuche se convirtió en manzana. Este grupito que generalmente se ubicaba geográficamente en la columna central del aula y tirando hacia el fondo, era, no obstante la mala fama de los fondos de aula, un sector de elevadas notas promedio, al punto de cosechar dieces del mismo modo que un campesino argentino cosecha soja. Y dentro del grupo de las cuatro, Natalia no era la excepción. Justamente lo contrario. De hecho, sus excelentes notas se plasmaron en una aguerrida lucha contra la competidora y ambiciosa "KKC" para conseguir ser la abanderada del turno mañana. La Nati no decepcionó y le pasó el trapo.

Su perseverancia para con el estudio siguió vigente con su arribo a la Facultad de Medicina de la UBA, y fue así como durante largos períodos el grupo la perdió completamente de vista. Pero sus actos no quedaron impunes y, como consecuencia, tuvo que soportar varias recriminaciones por parte de los otros miembros del grupo por las largas ausencias. ¡No podía ser que viéramos con más habitualidad a su hermano, Tito, que a ella!
Pero que la actitud de esta muchacha no generé equívocos, porque si bien es cierto que Nati a la hora de estudiar, estudia, también hace de las suyas. Es así como siempre ha dado rienda suelta a su pasión por el baile. Amante del reggaeton, fanática de la salsa, en varias ocasiones su voto en las decisiones para ver qué hacer el sábado a la noche para salir a bailar, y así armar un bloque opositor contra el voto generalmente mayoritario "nono" (que incluye a las Nonas y a los Nonos). Fue durante un tiempo bailarina de danzas árabes, al punto que una vez bailó en un Cena-Show de Scalabrini Ortiz. En "Las Crónicas de FerchuM: las peripecias que sufrí después de que un tarotista me afanara en Plaza Francia" se lee un fragmento de aquella noche. Veamos:
"Estoy con Leo a mi lado, sentado en una mesa un tanto aislada del escenario, pero de todas formas lo vemos bien, tenemos un buen ángulo. Está oscuro y las luces que enfocan a las bailarinas se reflejan en los brillitos y pendientes de sus vestimentas. Qué música maravillosa invade el salón. Cómo se desenvuelven estas ninfas del Medio Oriente. Qué abdómenes mágicos que tienen esas deidades terrenales, parecen serpientes que, cuando lo deciden, quiebran su cuerpo y cambian de dirección. Si al menos pudiera raptar una... ¿¿pero qué es esto que me dieron de morfar?? Leo, ¿¿qué se supone que es esto?? Ahh, veo que vos tampoco lo tocaste.
¡¡Ahí está Nati!! Mirala Leo, ¡cómo baila! ¡Quién diría, eh! Mirá cómo se mueve, ¡qué ídola! Cómo ¿ya está? Decime que vuelve, fue re cortito...
Ya pasaron dos horas, cómo bailan. No se cansan, eh. No quiero tirarte abajo, Leo, pero me parece que Nati no vuelve, eh. Estas paredes tienen humedad. Le voy a avisar a Tatu para que venga a sacarle fotos algún día. Ay, dios, qué hambre... ¿No pretenderán estos tipos darme solo un par de berenjenas y con eso solo hacerme feliz, no?
Y otra hora más que se pasa... Ay, dios... esa flautita... me tiene los... Que el postre por favor no sea de berenjena... Porque sino... Ay, no... maldición."
Se desconoce si volvió a bailar en público después de aquella ocasión, la única certeza es que hoy en día FerchuM y Leandro siguen escuchando la música de la flauta y el sabor de las berenjenas.

El baile no es, sin embargo, lo único que la entretiene en sus ratos de ocio. Su afición por el cine pochoclero se retrató en varios encuentros que realizó en su casa de la avenida Santa Fe, donde se negociaban películas clase B para ver y se preparaban fuentes gigantes de pochoclo dulce y salado; y su gusto por el deporte se descubrió en los viajes al centro recreativo del ACA en San Miguel, donde se prendió en partidos de fútbol mixto, en partidos de voley mixto y en manchas venenosas y saltadas indistintamente. En dichas ocasiones dejó entrever en los viajes de ida, "problemas maritales" con quien no fuera su marido, Ezequiel, toda vez que, al ser ella su copiloto, escenificaban clásicas peleas que tienden a suscitarse de modo habitual entre el hombre y la mujer en los automóviles. Pero esos detalles los dejaremos para otra ocasión.

Hoy hemos rescatado a un miembro más del Grupo Pelle, en su fecha de cumpleaños, y es por ello que, remarcando el gran cariño que se tiene por la Nati, le deseamos que se cumplan los sueños que pida al soplar las velitas, y un muy feliz cumpleaños!

sábado, 12 de julio de 2008

Un amigo del grupo perdido en la isla del sol naciente

"Por esas cosas de la vida, la memoria va y viene. Que hoy no me acuerde de algo, no es motivo para preocuparse, porque, quien dice, tal vez, mañana, ese algo de pronto vuelva a mi cabeza. Lo mismo ocurre en sentido contrario: que hoy me acuerde de algo, no genere engaños, puesto que mañana probablemente lo olvide". Es así como comienza FerchuM un capítulo de su novela El hombre que sabía demasiado, pero que pronto lo olvidaba todo. Esta introducción viene a colación debido a que en este momento en el que subrepticiamente tuve un "intervalos lúcidos", advertí que me encontraba viviendo en el día 12 de julio, y recordé inmediatamente que se trataba, ni más ni menos que una fecha de cumpleaños. La pregunta que me atacó a continuación fue: "¿De quién rayos?".
Aunque quizás algunas personas del grupo no lo conozcan, o apenas lo hayan visto un par de veces, no puede dejar de reconocerse el afecto que varios del Grupo Pelle, sobre todo aquellos que provienen de la primera división, le tienen a Yuki Yamamoto. Justamente, hoy es su vigésimo cuarto aniversario, y el blog del Grupo Pelle no puede menos que saludarlo desde este reconocimiento breve.
Si hablamos de Yuki (nombre que a Ferchum, al momento de conocerse, le trajo inconvenientes para recordar), hacemos mención de un pibe que fanático de las artes tecnológicas, electrónicas y del ciberespacio, pasó noches enteras en vilo desafiando a jugadores de juegos de PC o Play Station, y las consecuencias al día siguiente no podían más que ser catastróficas. Como compañero de banco que le tocó ser a FerchuM, varias veces vio como, disimulando que tomaba apuntes, bajaba la cabeza y con ella también los párpados, y pasaba así horas de clase y hasta recreos enteros recuperando las horas perdidas. Su competitividad en toda clase de juegos quedó bien demostrada por su práctica constante en lo que viniese. Fue así que siempre que era derrotado, se internaba en su casa hasta conseguir el nivel de quien ocupase el primer puesto. Jugador aguerrido en el futbol, en el chin y el suizo, tenaz estratega en el Star Craft, Commandos 1, 2 y sus expansiones, Age of Empires (todos los que hubo), del Winning Eleven, del Devil May Cry, Metal Gear Solid y cientos de juegos más que ni ustedes ni yo podríamos recordar.
A la hora de realizar trabajos prácticos grupales, era el encargado indiscutido de otorgar las condiciones necesarias para que los demás miembros del grupo armaran algo digno de presentar, claro que siempre terminaban todos cayendo en la tentación y se armaban competencias de Play Station o partidos de fútbol en la canchita de césped sintético que tenía en el fondo, desde donde tantas veces colgamos pelotas de cuero de toda clase.
También fue mano derecha a la hora de organizar filmaciones por parte del novato apasionado del cine, Ferchum. Fue así que usaron de set diversos lugares de la casa y hasta a uno de sus hermanos, para filmar ideas que despues se mostraban al resto de la división, y a través de las cuales se obtenían notas extras que permitían aprobar la materia a los que andaban flojos de nota.
Por objetivos educacionales, Yuki se preparó con un esfuerzo hercúleo para conseguir una beca que le permitió ir a estudiar acá a la vuelta, precisamente a una vuelta de 180º, yendo a parar directamente a las tierras niponas, de donde provienen sus ascendientes. Es así como sostienen algunos Creadores de Mitos que si a partir del sótano del bulo de la calle Uruguay se perfora en línea recta y perpendicularmente al suelo, se atravesase el centro de la Tierra y se siguiera prolongando el agujerito hasta salir a la superficie del otro lado del mundo, nos encontraríamos en la casa en la que vive una persona que es amiga de un vecino que Yuki no conoce. Algunos miembros del grupo Pelle quisieron comprobarlo, pero Ernesto se negó a permitir que realizaran las excavaciones pertinentes.
Pese a la distancia, y a que viajar de Japón a Argentina y de Argentina a Japón no equivale exactamente a ir de Caballito a Flores y de Flores a Caballito (salvo que dichos recorridos se hagan en el Torito, cuando éste está bravo y rebelde), Yuki ha venido en los últimos cuatro años, dos veces, y en las dos situaciones no dudó en convocar a sus amigos del grupo, en la medida que le dieron los tiempos, para juntarse a cenar y charlar sobre sus vivencias y criolladas en la tierra de los samurais, y compartir un buen momento.
No sabemos a ciencia cierta si algún día decidirá volver, o si lo retendrán con su alta tecnología, o por venta ilegal de cds truchos o pasacassettes. De cualquier modo, siempre que regrese será bienvenido a las salidas y encuentros que el grupo organice, amén de los asados a los que le exigiremos que nos invite religiosamente.
Por todo este, a este amigo que anda lejos y que igual recordamos con mucho cariño, le deseamos un muy feliz cumpleaños y los mayores éxitos en las tierras lejanas en las que se hospeda.

Selección de planes para el sábado

Floja la primera encuesta, che. Había arrancado arrasando con una votación vertiginosa, en donde todo indicaba que no había certezas de lo que iba a ocurrir, y de repente, se apagaron los motores, y ahí quedaron los siete votitos, con tres enunciados de lo más dispares, como ser: irse a dormir temprano, ir a una fiesta, e ir a cenar y después hacer algo tranquilo. Ahora mi mente maquina el plan perfecto que podría permitir la conjugación de los mismos, pero por más vueltas que le de, no hay caso...
Por otra parte es también la primera votación, y puede ser que la gente aún no esté muy participativa, o quizás, ni enterada de la existencia del blog. De hecho, si analizamos los comentarios existentes hasta el momento, podemos encontrar a: discepolín, tatiana, ferchum, nefertiti, teseo, burbu, bacacay, jorge allen, el niño envuelto y un anónimo. Es decir, diez personas. Y los votos fueron siete... O hubo personas que no pudieron votar, o anónimo y el niño envuelto son personas que ya firmaron con otros seudónimos... Ya los voy a pescar!!
Entonces, volviendo al asunto que nos concierne, se decide que en el día de hoy vamos a ir a una fiesta, pero previamente vamos a cenar y hacer algo tranquilo, mientras nos vamos a dormir temprano. Sea como sea, no se olviden de traer sus propias almohadas.

jueves, 10 de julio de 2008

Dame una palanca y dominaré el mundo

Si de leyendas se trata, es claro que no se puede evitar de hablar en especial de un individuo del grupo que, al igual que el personaje tolkieniano, el mago Gandalf el gris, tiende a desaparecer durante largos períodos, hasta que un día, el menos esperado, se escuchan sus golpes en la puerta y nos sorprende con su presencia. Esta leyenda (aunque más bien se asemeja a un mito), recibe el nombre de Facundo, el memorioso.
Pequeño y delgado, con electricidad en las venas, Facundito no duda a la hora de hablar de musicales, de pelícuas, de narrar los sketches de Les Luthiers. Fiel bailador de la Macarena, pretendió conquistar mujeres con chamuyos elegantes, que copió de series de cable. Pero siempre, ya sea tarde o temprano, se dieron cuenta del plagio y no lo perdonaron. Pero él no se quedó en el molde, y enfrentó con su gran memoria a las que no lo conocían. Evidentemente, este recurso tampoco le valió de algo. A las mujeres no les convenía que se acordara de tantos detalles. Cansado de intentar venderle pistolas de agua a sus feroces enemigas, consideró que el amor era una enfermedad y se dedicó a ser un bizarro. Ahora todas están locas por él.

Los nefastos Creadores de Mitos aseguran que no son casuales sus apariciones en el grupo, sino todo lo contrario: al parecer, las mismas ocurrirían a partir de una serie de intrincadas variaciones de poderes metafísicos tales como flujos cósmicos, magia negra, almas de duendes errantes, secretos numerológicos indescifrables, sueños que reproducirían el video de Pamela Anderson con su ex en el bote, etc. A partir de esta mixtura de sensaciones, poderes, fluctuaciones de la matrix, se dan sucesos de carácter inexplicable como que un bebé bostece en Santiago del Estero y produzca un vendaval en el río Tigris, o que Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón se alineen y permitan que Venus deje de ser codificado. Justamente, entre esos fenómenos, los Creadores de Mitos ubican las apariciones de Facundo en las salidas del grupo Pelle.
Como, evidentemente, un texto no es suficiente para comentar la cantidad de leyendas, mitos, delirios, etc. que este muchachito tiene en su haber, no voy a hacer en esta ocasión mención de todas (yo no soy tan memorioso como él), sino de algunas que ayuden a modo de delinear su perfil. Y otras deberán quedar en el tintero para tiempos venideros, esos que son de vacas flacas (meses de impotencia literaria).
Originario de la zona que rodea la estación Río de Janeiro de la línea A, Facundito consideró que su lugar debía ser más cercano al mundo del espectáculo, y fue así que mudóse cerca de la Avda. Corrientes, en el barrio de Balvanera. Reacio a aceptar la identidad de su barrio, al igual que ciertos zopencos de poca monta, se ocupó de renombrar a su zona como "Barrio del Congreso". Esta denominación, que no es más que una diferenciación clasista y racial de aquellos que se niegan a ser confundidos con la pobreza de la plaza Miserere, con el judaísmo de Once, con los marginales de los conventillos o casas tomadas, con los vecinos de países limítrofes, o con aquellos que luchan para poder seguir trabajando y toman fábricas, no es utilizada por Facundo con estos fines evasivos, sino por la fe que le da a la lectura. Alguna vez discutimos el tema, pero no giró en una cuestión tan sociológica, psicológica o política, sino más bien en una suerte de análisis técnico. Se reproduce el diálogo en un pasaje dentro de las "Lecturas sin contraindicaciones de FerchuM". Transcribo a modo de evitar falsificaciones de hechos o aportes tendenciosos:
"-Técnicamente vivo en Congreso -explicó Facundo mientras comía las almendras peladas que guardaba dentro de un tupper.
-No, tu casa queda en Balvanera -lo corregí.
-No, no, porque Balvanera termina antes, ponele que en la esquina de mi casa. Como yo estoy pasando la calle Rincón, soy de Congreso.
-Estás inventando. Congreso no existe. Te lo puedo aceptar como subdivisión dentro del barrio de Balvanera. Pero no es técnico, sino más bien una cuestión de costumbre. Seguramente para los vecinos del Congreso de la Nación era más fácil recordar "Congreso" que "Balvanera", que por cierto suena como si un chino hablara de un pirata, ¿no te parece? "Balva-Nera, el pilata".
Facundo me respondió sonándose fuertemente la nariz. Asumí que su sinusitis crónica a modo de respuesta significaba que no me iba a felicitar por la ocurrencia estúpida que acababa de tener.
-Bueno, pero a ver, decime por qué para vos técnicamente se denomina "Congreso", ¿en qué te basás para ir en contra de la identidad de tu barrio? -arremetí enseguida.
-En la "Guía T" aparece el barrio de Congreso. -Estas palabras actuaron como si me levantara su brazo izquierdo y le cruzara el derecho por detrás al grito de "Tomá".
-Mostrámela -logré decir después de salir del estupor que me produjo ese as que escondía en la manga.
-Acá no la tengo.
-No importa, igual si dice eso está equivocada.
-La "Guía T" no se equivoca nunca.
-¿Cómo que nunca? ¿No te acordás la vez que quisimos ir a lo de Carolina, y nos bajamos en cualquier lado?, Pedro Morán, Agronomía... casi perdemos el orgullo por bajarnos donde lo hicimos...
-En aquella ocasión la Guía T nos confundió, pero no estaba equivocada. Es como el oráculo de Delfos: no miente, engaña. Además, no es el libro el que nos miente, sino aquellos que hacen su interpretación.
-No sé si tenés razón, pero suena bastante coherente, y hasta con un dejo filosófico. Al fin y al cabo, cuando querés podés hacer frases inteligentes, ¿viste?
Facundo calló. Nunca volveríamos a hablar del tema. Un año después escuché la misma frase en la primera temporada de una serie de la que Facundo era fanático".
Su unión al grupo fue a raíz del voley, deporte que la mayoría de los varones del grupo que cursaban en la primera división eligió para su horario de Educación Física. Las intenciones eran claras: en la playa se puede jugar al voley, en el pasto se puede jugar al voley, en el cemento se puede jugar al voley. Pero sobre todo, a las chicas les gusta jugar al voley. Fue inútil. Nunca consiguieron a través de ese deporte nada. Y no solo eso, debieron enfrentar papelones de todo tipo. Sin ir más lejos, de los cuatro años que se dedicaron exclusivamente a dicha práctica, Facundo logró recién superar la red en el cuarto año, lo cual fue festejado con vítores y vueltas olímpicas en el medio del partido que dejaron boquiabiertos a los contrincantes.

La amistad forjada a partir de la poca destreza de uno y cada uno de los miembros del equipo voleybolista se trasladó entonces al deseo del pequeño muchacho de cortos cabellos y delgados músculos a abandonar su división (una manga de zátrapas fantasmales que ningún miembro de cualquier otra división del mismo turno podía identificar, con el perdón de Agustina, que también proviene de esa división misteriosa), y decidió pasarse a la Primera.

A partir de ahí, Leandro, el racinguista, comenzó a sumarlo a los viajes marplatenses que organizaba en su casa de Rivadavia y Entre Ríos, frente al Supermercado Toledo. Allí, Facundo logró demostrar que el mar no era su fuerte (nunca tocó su agua), que el sol tampoco era su fuerte (iba a la playa con pantalones largos y buzo polar), y que ponerse protector solar tampoco era su fuerte (el modo de aplicación era colocarse una gota de protector 60 sobre la yema de su dedo índice y frotarlo lentamente por cada milímetro cuadrado de las partes a la intemperie). Su lentitud no solo se repetía también a la hora del duchazo, el cual le llevaba alrededor de una hora y media, sino también a la hora de comer, de manera que los demás podían cenar, bañarse, ver la trilogía del Padrino (versión extendida), e irse a acostar, y con suerte si él terminaba para entonces con su plato.

Fue en uno de esos viajes donde confesó que le gustaría tener un país donde pudiera ofrecer felicidad a cambio de la libertad de los habitantes. Explicó que los mensajes subliminales harían un gran trabajo, y desarrolló una idea igual de tenebrosa que "1984" de Orwell o "Un Mundo Feliz" de Huxley. Su pasión por conquistar el país Chukchi en el TEG, así tuviera que gastar todas las tropas de su ejército, lo condujeron a autocoronarse "Rey de Chukchi" y así surgieron sus planes imperiales para la dominación del mundo. No están leyendo la historia de Pinky y Cerebro, pero...

No se sabe a ciencia cierta si el paso del tiempo logró modificar determinados pensamientos sostenidos en aquella época. Por lo pronto, es seguro que su idea de realizar cinco carreras a la vez y terminarlas todas en cinco años, ya no debe ser sostenida dado que no ha logrado terminar siquiera una en cinco años, convirtiéndose la materia de Derecho "Contratos Civiles y Comerciales" su mayor karma de los últimos años. Es nuestra mayor esperanza que todas esas ideas alocadas se las haya llevado el viento, en lo posible lejos de nuestro país, y ojalá del mundo entero.

Quedan muchos temas por tratar que por cuestiones de longitud y tiempo merecen una publicación especial. Es así como por el momento aún seguirán pendientes leyendas como las de su amor callejero, que le brindaron el mote de "el semental", su evolución en la Organización en Mensa (una organización que pese al nombre, reúne individuos con elevadísimos coeficientes intelectuales y les permite jactarse una vez por semana de sus dotes intelectualoides) hasta alcanzar la presidencia, la dieta de la morcilla, etc.

Como puede verse, si de leyendas se habla, Facundo es una fuente prácticamente inacabable de tales, y aunque siempre parezca que su presencia en el grupo se diluye hasta casi desaparecer, en ese preciso momento en que uno ya deja de pensar en que lo va a ver, cae de sorpresa y deja en evidencia que, al igual que el sol, aunque no lo veamos, siempre está.

domingo, 6 de julio de 2008

El día que el "Ruso Salzman" llegó

El Grupo Pelle tiene una historia ya superior al quinquenio. Se desconoce a ciencia cierta el día exacto en que esta logia comenzó a sesionar, primero oculta entre las sombras, y luego, también. Con el avance de los años, fueron apareciendo figuras influyentes en el grupo que supieron destacarse, y aportar su grano de arena, sus conocimientos teóricos-prácticos, su sabiduría o su buena predisposición.
Es así como rescatamos en el día de hoy una figura como la de Ernesto, también conocido como "el ruso Salzman", cuya conducta intachable y su fidelidad al grupo lo ha ubicado entre las personalidades más destacables y reconocidas por la totalidad de los miembros.

Cuando hablamos de Ernesto, nos referimos a un aclamado guitarrista seguidor de Paco de Lucía, que ha recibido el caluroso aplauso del fogón; a un poeta travieso, que desde cada palabra de sus versos sonríe con picardía y le guiña el ojo a su atenta audiencia; a un estudiante de medicina ejemplar, que no ha dejado que sus estudios le prohíban participar de los encuentros semanales salvo en circunstancias excepcionales en donde no había más remedio (nunca mejor usada la frase); también nos viene en mente ese cheff osado y valiente, que en cada receta pone toda la pimienta de su ingenio y arte, saborizando los paladares de sus comensales; en ese conductor designado, que ha soportado borracheras de todo tipo (insisto, de todo tipo) con un manejo firme y seguro, enfrentando policías con los labios morados de tanto vino, y que ha sabido eludir ingeniosamente los test de alcoholemia, ya sea guiando su auto fiel, el célebre "Torito", por las oscuras calles de arrabal, paralelas a las avenidas donde generalmente se realizan los controles, o haciéndoles pedorretas a los de la guardia urbana si lo pretendían frenar; o el bailaor indiscutido que ha dejado perplejas a bellas mujeres con danzas salsescas, cuarteteras, tangueras, esotéricas, futboleras. En fin, como el concepto "Ernesto" engloba todas estas cualidades, no cabe la menor duda de que estamos ante un gran valor del grupo Pelle.

Ahora bien, muchos se preguntan, no sin razón, de dónde vino Ernesto. Claro que a aquellos que buscan una respuesta, misteriosamente no les satisface que uno les diga: "Y... de su madre". Al parecer, el objeto de la interrogación deviene de la intención de averiguar respecto al cómo se produjo el acercamiento a un grupo ya formado, porque cierto es que no estudió en la escuela secundaria "Carlos Pellegrini", sino en el "Rawson", no vive ni en Belgrano, ni Flores, ni Recoleta, ni Palermo, ni... en fin, no es vecino de nadie; la primaria nadie sabe dónde la hizo. Los Creadores de Mitos, unos individuos nefastos que confunden las burlas con la realidad, lo cierto con lo falso, lo científico con lo metafísico, juran haber constatado que él, con su sana sabiduría, salteó el primario, y se presentó directamente en la escuela secundaria. Mas como no le consta a quienes suscriben la presente, preferimos considerar que sus estudios primarios fueron realizados en un lugar que nadie conoce. Tampoco fue novio, amante, fatito, amigovio o amigo con derecho a roces de alguna de las mujeres del grupo, pudiéndosele imputar el ingreso al grupo por ese lado.
La pregunta se produce, entonces, a raíz de una inquietud completamente válida. ¿De dónde cuernos vino este grande? ¿Bajó de una nave espacial? ¿Salió de un repollo que él mismo intentó cocinar? ¿O es acaso un perverso espía mantenido por algún grupo rival, como el de las "frívolas y taradas rubias con guita pero sin cerebro"?

Tal vez sea esta una de las historias más interesantes en cuanto a personas que han llegado al grupo y se han arraigado en él, ya que son tan remotas las posibilidades de que vuelva a ocurrir algo similar, que merece un apartado especial.
He aquí la respuesta al modo en que llegó Ernesto, "ruso Salzman", al Grupo Pelle. Como ya mencioné, sabido es que su secundario, sito en Caballito, era el Rawson. Allí compartió aula, entre otras celebridades que no han llegado a formar parte del grupo Pelle (destaco nombres como el Chacho o Fernando), con un individuo al que llamaremos Santiago C., quien a la vez fuera vecino de un gran amigo de la casa, aunque tampoco parte del grupo, el al día de la fecha, cuasi Dr. Juan Manuel G. Este último cursó sus estudios primarios en el Santa Cruz con Fernando, también conocido como Ferchum, quien sí es parte del grupo Pelle. Y mantuvo una muy buena relación durante el secundario, pese a estudiar en colegios distintos. ¿Ya logré marearlos? Tanto Santiago C., como su vecino, el amigo de Ferchum, el cuasi Dr. Juan Manuel G., siempre fueron fanáticos del balonpié (también conocido como fútbol, fobal, fuchibol, fulbo), y se destacaban en organizar partidos en las canchitas de San Carlos, situadas en la Av. José María Moreno, bajo la autopista. Fue ahí donde el ruso Salzman y Ferchum forjaron una gran amistad. Se cruzaron nuevamente en cumpleaños, en salidas, y después vinieron los intercambios telefónicos y de mesajería instantánea, y el trato pasó a ser todavía más directo.
Por esas cosas de la vida, Ernesto tuvo la gracia, o desgracia, de verlo a Fernando actuar en el salón de actos del "Pelle". En aquella ocasión pisó por vez primera la escuela que fue uno de los pilares necesarios para que este grupo existiera. Después fue invitado por Fernando a varias salidas, incluyendo el cumpleaños que festejara en el año 2003 en el viejo Velvet de la calle Olleros.
Y así, participando de las salidas, y sumándose incondicionalmente, con su característico perfil bajo, fue construyendo esta imagen que hoy en día es reconocida como un gran valor del grupo, la imagen del querido Ernesto, "el ruso Salzman".

sábado, 5 de julio de 2008

Discordias de un sábado por la noche

En los confines de un país remoto en vías de desarrollo, una liga de individuos como vos, como yo, como el cocinero Martiniano o Perez Companc sin dinero, traman lo que harán esa noche, que es lo mismo que hacen todas las noches de los sabados: tratar de conquistar el mundo (de los bares y boliches).
Pero, como acostumbra ser, en esta ocasión está la siempre presente Sra. Discordia, quien hace que la conversación no sea tan sencillita como quizás debería. Veamos lo que ocurre en el famoso bulo de la calle Uruguay, luego de cenar unas pizzas que el mismísimo cheff del grupo, el médico de guardia Ernesto, amasó con sus propias manos, y decoró con la ayuda de la infaltable compañera de cocina Brenda y el aprendiz inútil, el casi abogado, Fernando:
-Muy rica la pizza, Ernest -lo felicita Fernando mientras usa su índice derecho a modo de escarbadiente. Brenda, al descubrirlo en plena excavación no puede más que recriminarlo.
-¡Fernando, por el amor de dios, dejá de mostrarnos cómo intentás liberar ese pedazo de napolitana de entre tus dientes!
-Che, Ernest, ¿queda alguna porción? -pregunta Diego, que por motivos inexplicables llegó más tarde, lamentablemente después que Ezequiel. Este último no sólo devoró una fugazzeta entera por su cuenta, sino que además le dio a los restos que otros habían dejado, como ser: aceitunas, bordes de masa, quesos chorreados sobre las fuentes y algunos manices que en su momento habían acompañado las cervezas de la espera.
Inconscientemente, todos se voltean a mirar a Ezequiel, quien hallándose bien acomodado en su asiento y advirtiendo que se le está por pedir lo poco que le queda en el plato, respira profundo y apura el último pedazo de faina.
-Ya no -murmura Ernesto.
-Muy lindo el bulo -menciona Tatiana. Desde que llegó no dejó de buscar manchas de humedad en techos y paredes.- ¿Acá vivís, Ernest?
-Sólo cuando estudio.
-O sea siempre -agrega Fernando mientras le echa más coca a su fernet.
-No, no es que él estudia mucho, ¡vos no estudiás nada en Derecho! -exclama la aguerrida Vanina, aún despierta puesto que el reloj no ha marcado las doce.
-Mirá quien habla, la que estudia comunicación social...
-Estudio más que vos.
-Lo lamento.
-¿Puede ser que siempre terminemos hablando de la facultad? -intenta cortar la tensión Diego, pero al margen de que pone punto final a la conversación, Fernando y Vanina quedan mirándose fijamente a los ojos, midiendo la distancia para un eventual duelo.
-Che, ¿vamos a salir a alguna parte? -pregunta Daniela, después de terminar su segundo vaso de cerveza. En sus labios comienza a notarse una cierta sonrisita ebria.
-Sí -se emociona Lucía, quien comienza a saltar loca de alegría-, vayamos a la fiesta Pololo Popurri, que me dijeron que está re buena. Pasan música vietnamita y hay enanos bien dotados corriendo en zunga.
Silencio sepulcral domina la escena.
-¿Y cuanto cuesta la entrada? -pregunta Daniela después de lograr borrar la imagen de los enanos de su cabeza.
-Quince pesos.
-A mi me tienen que pagar quince pesos para que vaya a una fiesta como esa... -critica Diego. Ya se encuentra cruzado de brazos llevando el estandarte del polo opositor. Varios se alinean en su bando.- Dame una razón para que vaya.
-Regalan confites "Yapa" -contesta Lucía en el colmo de la emoción.
-A ver... tal vez como grupo no estemos preparados para ver enanos en zunga, ¿por qué mejor no hacemos algo más convencional, como ir a un boliche? -propone Fernando.
-Ni lo sueñes -lo corta Vanina, y señalando el reloj que está por marcar las 23:50, agrega:- En diez minutos viene el Sr. Sueño.
-No sé si da ir a bailar, están bastante caras las entradas -menciona Ernesto.
-Bueno, pero podemos ir a algunos gratis, total es temprano. Yo mandé lista para Big One, por si lograba convencerlos -menciona Fernando.
-No, no, no... Big One, es música marchosa -dice Carolina.
-Che, ¿y si jugamos unos trucos mejor? -propone Javier tras oír atentamente todas las opciones y llegar a la conclusión de que no le gustaba ninguna.
-Sí, torneo de truco -apoya Ezequiel, quien pese a tener el cinto desabrochado, no deja de observar los movimientos de Ramón. Ocurre que Ramón, al darse cuenta de que el envase de Schneider fuerte estaba vacío, se dirigía al freezer para sacar otra cerveza. Al instante de abrirlo, Ezequiel mira hacia el interior del mismo y hallándose sus ojos con un envase de telgopor del tamaño de un kilo, grita emocionadísimo:- ¡¡Tenés helado Vesuvio, Ernest!!
Ernesto intentará frenarlo, pero Ezequiel será más veloz, y logrará despojar de tapa el envase y mandarse cinco cucharazos potentes al hilo.

Pasan dos horas, o tal vez tres. Todos siguen en el bulo de la calle Uruguay. Vanina a esa altura de la noche yace recostada en un sillón, con los ojos entrecerrados. Fernando no coordina las palabras con sus pensamientos, y prefiere el silencio. Ramón, Javier, Diego y Ezequiel van por la revancha a treinta puntos, mientras Brenda, sin que nadie se lo pidiera, se encuentra lavando los utensilios de cocina. Daniela, Carolina, Tatiana y Lucía comentan cosas de mujeres que ninguno de los varones del grupo logra oír, ya que a cada acercamiento callan abruptamente y con miradas cómplices aguardan el momento en que las orejas se alejan.
Nuevamente, gana la Discordia, que tiene al grupo de hijo, y todo plan posterior a cena queda trunco.